LORI

A la mierda las palabras cuando no dicen NADA. Me gusta que me griten con los ojos, que me cuenten historias con muecas y sin palabras. Por qué hay tanta gente que habla sin siquiera sentir la mitad de las cosas que dice, y bueno dudo que también sientan algo de lo que callan, porque  una cosa les digo, es probable que lo que callemos es porque ni siquiera estamos seguros de lo que sea eso. La gente no para de etiquetar a los demás. Yo no creo en las etiquetas y mucho menos en quienes etiquetan. Me molestan las personas con personalidades indefinidas, que nunca creen por decisión propia en las cosas que hacen. Hasta dónde somos capaces de llegar los seres humanos por sentirnos parte de todo. Hace en verdad tanta falta esa manía de andar por la vida tildando a los demás de una cosa o de otra. Es como si el mundo estuviera hecho de varios grupos, y de no pertenecer a uno de esos grupos estamos mal, muy mal. Dónde dice que debemos ser del montón en vez de ser de la nada...

Solo cuando decidí parar de buscar tanto, me encontró eso que provoca al fín todo lo bueno en mi. Dicen que al perderse en algún lugar que no conocemos, nos encontramos con el presente que llevamos dentro. Perderse no solo significa no saber como regresar a casa, tampoco pensar en que por simple hecho de no saber donde estamos no somos nadie y moriremos de miseria. Perderse significa más que un pasado que ya fue o un futuro que no ha llegado. Llegar a ese lugar que no conocemos implica encontrarnos a nosotros mismos, ver el presente viviendo un momento a la vez y no dos, o tres, tan solo uno a la vez.