LORI

A la mierda las palabras cuando no dicen NADA. Me gusta que me griten con los ojos, que me cuenten historias con muecas y sin palabras. Por qué hay tanta gente que habla sin siquiera sentir la mitad de las cosas que dice, y bueno dudo que también sientan algo de lo que callan, porque  una cosa les digo, es probable que lo que callemos es porque ni siquiera estamos seguros de lo que sea eso. La gente no para de etiquetar a los demás. Yo no creo en las etiquetas y mucho menos en quienes etiquetan. Me molestan las personas con personalidades indefinidas, que nunca creen por decisión propia en las cosas que hacen. Hasta dónde somos capaces de llegar los seres humanos por sentirnos parte de todo. Hace en verdad tanta falta esa manía de andar por la vida tildando a los demás de una cosa o de otra. Es como si el mundo estuviera hecho de varios grupos, y de no pertenecer a uno de esos grupos estamos mal, muy mal. Dónde dice que debemos ser del montón en vez de ser de la nada...

Solo cuando decidí parar de buscar tanto, me encontró eso que provoca al fín todo lo bueno en mi. Dicen que al perderse en algún lugar que no conocemos, nos encontramos con el presente que llevamos dentro. Perderse no solo significa no saber como regresar a casa, tampoco pensar en que por simple hecho de no saber donde estamos no somos nadie y moriremos de miseria. Perderse significa más que un pasado que ya fue o un futuro que no ha llegado. Llegar a ese lugar que no conocemos implica encontrarnos a nosotros mismos, ver el presente viviendo un momento a la vez y no dos, o tres, tan solo uno a la vez.

A la mierda los castillos con sus principes, caballos y hadas. Yo no quiero que encuentren mi zapatilla o que me despierte un desconocido con un beso.  Esta no es la manzana de Blancanieves, mucho menos la que se comió Eva.  Yo no entiendo si esto es darle al tiempo la oportunidad de que me escriba una escena de algún cuento  de hadas, o permitirle al destino que me entregue ese capítulo de novela. Me harte de cada uno de esos besos de práctica, ya no quiero ensayos tontos de historias falsas. No me van esos shows de teatro donde escucho ese no te quiero al final. Esa soy yo, la que vive solo escenas intensas porque me molestan los guiones sin mucho drama.                                                                                

Vamos a empezar a conocer algunos de esos temas de mi vida, esos que marcan un momento, un recuerdo, alguna historia o una mala memoria. Desde siempre suenan en lo que soy. Son un cajón enorme de recuerdos que no cambiaría. Mi ruido en la noche y mi gran silencio entre risas. Son mucho más que par de canciones que alguna vez solieron  sonar en la radio. Temas que aún emocionan mi vida. Admito que soy loca desquiciada con las canciones poco conocidas, siempre ando buscando por allí y por acá de esas que no he escuchado, encuentro muchas canciones que valen la pena vivir, más que oír.  14- Será de Dios - Erreway Una vieja pero buena, de esas que se escuchan y no se olvidan. 13- Chocar - El Sueño de Morfeo feat. Nek ''Fuera luces, se sube el telón gran silencio y empieza la función. Los protagonistas, somos tu y yo'' Unas letras que me marcaron un recuerdo imborrable. 12- Disparame Dispara - Laura Pausini  ''He sido est...

Llega ese tiempo donde no sabes que sentir y los cosas importantes no sabes ya como se sienten,  te quedas en medio de todas esas paredes que algún día tuviste la ilusión de elevar, con el simple motivo de protegerte de tu propia necesidad. Entonces, cuándo se siente eso a lo que llamamos no te quiero. Pasan momentos que no son nuestros y los siento tan mios, momentos en los que siento  fuerte, ese amor que no tiene sentido, puedo tocar tu vida con mis ojos y  tu derribas paredes que desconozco, pero despierto y no hay nada, no se siente eso, sino que te quedaste sin rumbo, tan solo porque en sueños te quiero, pero cuando despierto yo te pierdo y no te encuentro, te busco pero no tiene sentido, intento hablarte pero yo no tengo motivos. Olvide que solo en  sueños te quiero y en la realidad todo esto tiene poco de ser cierto.                               ...

Me olvidé d e la gravedad cuando ya estaba en la superficie, olvidé que era necesario estar un poco loca para alcanzar la felicidad, pero también olvidé como era el cielo desde abajo.... Dejé lo más importante detrás del suelo, enfoqué mi destino siempre hacia la salida sin ver las puertas de emergencia, encontré la emoción en un adiós  y descubrí que entre los recuerdos se encajan un par de sueños que nunca se cumplieron. Entendí que vigilar el momento perfecto era lo mismo que aferrarme a que ese momento se volviera uno. Capturé mi vida en un show de marionetas donde el hilo que sostenía mi cuerpo era invisible porque ya lo sentía parte mi.